Abril 2023

Marzo tuvo 84 días y aun así me costó hacer muchas cosas. Me sentí todas las mañanas como un caracol y, aunque me gusta el invierno y disfruto de que haga un poquito de frío, tuve muchas ganas de que empiece la primavera. Vivir en el hemisferio norte ha sido todo un descubrimiento, sobre todo en esta ciudad tan particular dónde a veces hemos visto palmeras nevadas, pero me ha ayudado que las estaciones comienzan justo cuando dicen que comienzan. La primavera empezó el 20 de marzo a las 22:24 hrs, y el 21 de marzo ya amaneció soleado, se llenó de pajaritos cantando en el árbol de la plaza abajo de mi casa, sentí el calorcito por la ventana y vi que aumentó la cantidad de gente caminando en las calles. Por suerte aun no tengo alergias y he podido disfrutar del renacer de la naturaleza.

Como buena suiza ya tengo más o menos organizados los temas que tendrán los meses de este 2023 en mi Cinemateca, y para el mes de abril elegí nada más ni nada menos que películas musicales que hayan marcado mi historia. ¿Que mejor que celebrar la llegada de la primavera cantando a todo pulmón o bailando como si nadie me estuviese viendo?

Quiero disfrutar este cambio de estación a concho e invitarles a disfrutarlo conmigo. A lo largo de la vida he conocido mucha gente que me dice “no me gustan los musicales” ― si soy sincera, la mayoría de la gente que conozco me ha dicho eso ― pero después de indagar un poco e invitarlos a abrir la mente y el corazón he logrado que se emocionen y se queden eternamente pegados con alguna película bailarina y cantarina, he quebrado hasta a los más duros. Por acá voy a repasar cuatro películas que me marcaron por distintas razones, y voy a compartir con uds lo que me hacen sentir cada vez que las veo y por qué me parecen memorables.

No tengo un conocimiento profundo con respecto a los musicales, sobre todo porque nunca fueron un tema popular en mi entorno y solamente los he visto a través de una pantalla. Pocas veces he experimentado el teatro musical y, como soy una niña criada con la televisión, me da mucha envidia ver como en EE.UU. tienen Broadway y en los colegios hacen versiones de tantas obras que me gustaría haber visto. Pero bueno, este mes es un regalito para poder estudiar un poco este género del cine y sobre todo divertirme mucho.

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Un poco de introducción al tema del mes:

El Cine Musical es un género del cine que utiliza la canción como elemento narrativo principal, siendo la base de la exploración de los personajes y del desarrollo de las historias. Nace como una forma de llevar el teatro musical ― o la interpretación musical en sí misma ― a un público que no siempre podía asistir al teatro, y aprovecha la tecnología audiovisual para enriquecer la puesta en escena y sacar al espectador de los límites espaciales de un escenario.

En el mundo occidental, tuvo sus años dorados entre 1930 y 1950, con películas como “The Wizard of Oz” (1939), “Singin’ in the Rain” (1952), “Oklahoma!” (1955), “The King and I” (1956) y “Gigi” (1958). También fue en esos años que explotó el cine musical animado, con la película de Walt Disney Producciones “Snow White and the Seven Dwarfs” (1937).

La década de los 60’ no se quedó atrás, se estrenaron grandes producciones como “West Side Story” (1961), “My Fair Lady” (1964) y la icónica “The Sound of Music” (1965), todas adaptaciones de producciones teatrales populares. Disney volvió a destacar con dos películas originales creadas para la pantalla que marcaron generaciones: “Mary Poppins” (1964) y “The Jungle Book” (1967). Con la llegada del rock & roll, se popularizaron las películas protagonizadas por grandes cantantes o bandas de moda, como es el caso de la banda británica The Beatles con las películas “A Hard Day’s Night” (1964) y “Help” (1965).

En las siguientes décadas, y hasta hoy, el Cine Musical se ha mantenido en pie, con algunas películas no muy populares ― algunas bastante criticadas ― y otras que han renacido de entre las cenizas de la era dorada y nos han recordado de lo mucho que necesitamos cantar y bailar. “Willy Wonka & the Chocolate Factory” (1971), “Cabaret” (1972), “Grease” (1978), “New York, New York” (1977), “Annie” (1982), “Purple Rain” y “Footloose” (ambas en 1984) son algunas de entre los muchos ejemplos de producciones que merecen ser vistas al menos una vez en la vida. Y eso sin nombrar las que han salido durante las últimas décadas. 

Ahora, aunque haya sido lo que llegó de alguna forma a mi vida durante mi infancia, el Cine Musical occidental no es todo y no es siquiera una pequeña parte de la enorme industria de Cine Musical al rededor del mundo. Bollywood por ejemplo, nació del teatro musical de la India y, aunque tuvo ciertas influencias de lo que en esos tiempos estaba ocurriendo en Hollywood, hasta hoy es un género cinematográfico en sí mismo y un mundo enorme de elementos culturales a descubrir. No voy a ahondar en este momento sobre este tema ya que aun me queda mucho por aprender, pero estaría bueno para quizás hacer algún especial en el futuro. Acepto sugerencias.

Bienvenides a mi Primavera de Musicales 2023.

Y un, dos, tres, cuatro!

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